Importancia de controlar las emociones
Lic. Sarilú Cárdenas Rodríguez

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El 26 de diciembre de 2000, Michael  McDermott, empleado de 42 años dedicado a probar software para una empresa originaria de Boston que se especializa en dar asesoría para Internet, llegó a su trabajo armado con un rifle de asalto AK-47, una escopeta y una pistola semiautomática y mató a siete compañeros. ¿Por qué? Se supone que estaba airado porque la empresa iba a obedecer a una petición del servicio de recaudación fiscal de retenerle parte de su salario, dado que debía impuestos. (Tomado de A. Bandura y D. Cervone, “Differential Engagement in Self – Reactive Influences in Cognitively – Based Motivation” 1986).

  Para Michel McDermott, la ira descontrolada lo llevó a la violencia. Este ejemplo puede parecer extremo, sin embargo explica claramente lo que se pretende abordar en este escrito.

  El término emoción significa el impulso que induce la acción. Es un sentimiento o percepción de los elementos que constituyen la realidad o quizás la imaginación y se pueden expresar físicamente mediante alguna función fisiológica como el llanto, el sudor, el pulso cardíaco, la agresividad, reacciones faciales, etc.

  Según Robbins (2004) las Emociones son procesos neuroquímicos y cognitivos relacionados con la arquitectura de la mente que han sido perfeccionadas por el proceso de selección natural como respuesta a las necesidades de supervivencia y reproducción.

  Las emociones son un factor importante y crucial en el comportamiento de los empleados de las organizaciones y más aún lo es el poder tener control de éstas.

  En los últimos diez años, el término Inteligencia Emocional estudiado principalmente por David Goleman ha generado un impacto sorprendente en las organizaciones.

  La Inteligencia Emocional, se puede definir como el control de las Emociones. Como seres humanos tenemos la capacidad de sentir, de reaccionar frente a los estímulos que se nos presentan en la vida diaria; sin embargo, debemos tener la suficiente inteligencia para poder controlar nuestros sentimientos y adaptarnos a los diferentes contextos en los que nos desenvolvemos.

  Si no podemos controlar la ira y disparamos aquemarropa contra quien sea por el enojo que tenemos… ¿a dónde iremos a parar? Si no podemos controlar la frustración y decidimos quitarnos la vida… ¿cómo afectaremos a nuestros seres queridos? Es importante conocer nuestras emociones y tomar medidas para poder actuar con prudencia y controlar nuestros impulsos para poder adaptarnos en los diferentes ambientes en los que nos desarrollamos.

  Por otra parte, me llama mucho la atención las siguientes preguntas: ¿Por qué gente que tiene un gran coeficiente intelectual y que se destacan en su profesión no puede ser capaz de adaptarse a un grupo determinado? ¿Por qué gente con un alto coeficiente intelectual termina trabajando para otra con un coeficiente más bajo pero con una capacidad de relacionarse mejor con las demás personas?

  Creo que las respuestas a estas interrogantes están en lo que se llama Inteligencia Emocional y termino con una frase de David Goleman que dice:

  “Las personas con habilidades emocionales bien desarrolladas tienen más probabilidades de sentirse satisfechas y ser eficaces en su vida, y de dominar los hábitos mentales que favorezcan su propia productividad; las personas que no pueden poner cierto orden en su vida emocional libran batallas interiores que sabotean su capacidad de concentrarse en el trabajo y pensar con calidad”.

Artículo escrito por: Lic. Sarilú Cárdenas Rodríguez.


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