EL DERECHO A LA EDUCACION EN LA VIDA DEL HOMBRE
Lic. Sonia Esperanza Sánchez Sosa

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EL  DERECHO A LA EDUCACION EN LA VIDA DEL HOMBRE

Nuestras garantias individuales establecen que por el simple hecho he haber nacido en tierra Mexicana, tenemos derecho a la educación gratuita,  pero en esta época de evolución constante, de avanzada tecnología y de  materialismo absoluto, pareciera que todos hemos renunciado a tal derecho a ser educados o que de alguna manera como padres hemos hecho que nuestros hijos renuncien a ese derecho.

Si en realidad entendieramos que la educación no solo es tener un título académico, sino que ese título académico debiera estar acompañado del saber ser y no solo del saber hacer, comprenderiamos con claridad que nuestro actuar no solo es incompetente, sino que además, al ser miembros  de una sociedad, afecta el ámbito donde nos desarrollamos, es asi que una persona académicamente educada, pasa a ser parte de aquellas, que al no saber ser, resultan incompetentes al momento de renunciar al derecho a la educación,y no ser capaces siquiera de pronunciar un “Buenos dias”.

Si consideramos que el derecho es aquel que regula el actuar del ser humano, debiéramos entender que dentro de las instituciones educativas se tiene que aplicar el derecho no solo a la educación académica sino también a todo aquello que es inerente al ser humano, es decir promover su derecho a expresar sus sentimientos,y  respetar que otros individuos se expresen de  igual manera, el derecho a la responsabilidad, el derecho al respeto por los demás y la tolerancia de creencias y diferencias. 

Saber como ser humano  que la educación esta respaldada por el quehacer diario en cualquier ámbito de desarrollo, familiar, social, académico, caminar hacia ese saber y en base a ello, para que nuestro actuar no se contraponga a los derechos de los demás.

Quizá sea necesario recordar que el derecho no solo es aquel que dicta la ley, sino que los derechos surgen de respetar nuestras obligaciones como seres humanos, pensantes y cambiantes.

Es así, que cuando hablamos del derecho a la educación,  también hablamos del respeto a los demás.


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