Fecha de la publicación: 2012-11-09 | Categoría: General | Etiquetas: principios, sarilu, valores
Lic. Sarilú Cárdenas Rodríguez
Docente del Area de Ing. En Administración
En estos tiempos es una necesidad imperante que los empresarios, ejecutivos, directores, padres de familia etc, adopten un liderazgo centrado en principios. Según Covey (2007) dice que vivimos en un mundo de aguas rápidas de cambios vertiginosos, acelerados y de cambios constantes.
Todo cambia… la economía de los países, la población, las cuestiones políticas, la ciencia, etc. Pero solo hay algo que debe permanecer estático y son los valores y principios de la gente.
Es primordial que los líderes actuales tengan como base este fundamento. El estilo de liderazgo que ejerzan debe tener una base ética y moral porque son los principios que nos harán actuar de una manera humana y responsable y de esta manera alcanzar exitosamente los objetivos institucionales de las organizaciones.
El liderazgo es un proceso que lleva a cabo una persona para ejercer influencia en un grupo y proviene de dos fuentes indispensables: el poder de posición y la disposición de los subordinados para obedecer. Sin embargo; el proceso de liderazgo no será efectivo si el líder deja de lado los principios y valores que serán su brújula moral que lo conducirá al éxito de las organizaciones o grupos que dirija.
Es decir; aplicar este tipo de liderazgo implica romper con paradigmas que nos han tenido atados por mucho tiempo. Estas transformaciones importantes representan rupturas interiores con nuestra forma de pensar. Los cambios que necesitamos realizar en nuestra práctica de liderazgo deben ser desde nuestro interior y no del exterior como muchos piensan.
El liderazgo centrado en principios introduce un paradigma nuevo: centramos nuestra vida y nuestro liderazgo de organizaciones y personas en ciertos principios que constituyen “verdaderos nortes” como lo menciona Stephen Covey (2007).
Estos principios como la confiabilidad, integridad, responsabilidad, seguridad, respeto, auto renovación y la sinergia son leyes naturales, propias de la dimensión humana y forman parte de las sociedades civilizadas, además que constituyen las raíces de toda familia e institución que ha perdurado y prosperado en el tiempo.
Por último cito a Stephen Covey (2007) que dice “Valorarse a uno mismo y, al mismo tiempo, subordinarse a fines y principios superiores constituye la paradójica esencia de lo más elevado de la condición humana y el fundamento de un liderazgo eficaz".
Referencia: Covey, Stephen: El liderazgo centrado en principios. Paidos Empresa. Barcelona. 2007